9 de agosto - Los diecisiete. 2a Parte: Florida by Lorenaenglish, literature
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9 de agosto - Los diecisiete. 2a Parte: Florida
~Segunda Parte: Florida~ Lucy abrió sus ojos de zafiros cuando terminó de tocar aquella mañana de nueve de agosto la «Primera Arabesca» de Claude Debussy al piano. Sus manos acababan de abandonar las teclas con gracia y elegancia mientras inspiraba el último acorde conformado solo por la nota mi. Necesitaba contemplar el horizonte del Adriático antes de volver al mundo real, antes de dejar su fantasía sinestésica donde estaba a salvo. Finalmente espiró a la vez que soltaba el pie del pedal derecho del piano para que el sonido se desvaneciera. Quedó un par de silencios refugiada en las maravillosas sensaciones cristalinas de la partitura hasta que su padre Jack Brown interrumpió en el salón del piso. —Pero Lucy, se te va a hacer tarde. ¿A qué hora venían a por ti? —A las diez. —Son las nueve y veinte. —¡Ay, no! —¡Como siempre contrarreloj! —¡Deja de reprocharme
9 de agosto - Los diecisiete. 1a Parte: Nueva York by Lorenaenglish, literature
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9 de agosto - Los diecisiete. 1a Parte: Nueva York
9 de agosto - Los diecisiete ~Primera Parte: Nueva York~ Lucy se preguntaba siempre cuál sería la fuente de inspiración de Claude Debussy para componer. El Preludio a la siesta de un fauno le transmitía gran ternura, sus preludios para piano intimidad, el poema sinfónico La mer la hacía soñar con una pasional aventura por el océano. Luego estaban las Deux arabesques…; Lucy se hallaba tocando la primera. Comenzaba con un Andantino con moto en Mi mayor y unos deliciosos arpegios en tripletes, aunque tanto el tempo como la tonalidad iban variando a lo largo de los compases de dulce melodía. ¡Era tan cristalino! Con un uso de la escala pentatónica que hacía parecer frágil a la pieza, que pudiera romperse si cayera al suelo como si fuera un precioso cristal. Gran ejemplo del modernismo, de esa búsqueda de la belleza, lugares exóticos y tranquilos. Una pieza de los principios del impresionismo. Delicado y sereno; melancólico y vivo a la vez. ¡Quién se viera paseando por
12 de febrero - Los diecisiete by Lorenaenglish, literature
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12 de febrero - Los diecisiete
12 de febrero: Los diecisiete años Febrero es un mes agraciado. El helado enero ya ha pasado; de repente, uno se da cuenta de que el sol tarda más en irse, los días se alargan y el crepúsculo se observa con optimismo. Falta menos para que el calor regrese, para los días de recreo en el patio sintiendo el acogedor sol. ¡Qué bienestar esa sensación! Por estas fechas ya las primeras de las primeras blancas y rosas florecillas brotan de los esqueléticos árboles. Va volviendo de nuevo, con la frente lozana entre las nieves que se marchan, la sensación de que el tiempo se para al sentir una cálida ráfaga. ¡Cuántos son diecisiete años! ¡Qué placentera mirada! La primavera ya se acerca luminosa, te busca y te nombra. ¡Que acabe el plateado invierno ya! Sin embargo, Leonard Victory vivía en Orlando, Florida. Él no podría decir sentirse tan identificado con estas palabras. Diecisiete. Diecisiete años. Sí, esa ya era la edad de Leonard Victory, quien iba a toda prisa en bicicleta por la
Fatidica noche de tormenta de finales de octubre by Lorenaenglish, literature
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Fatidica noche de tormenta de finales de octubre
FATÍDICA NOCHE DE TORMENTA DE FINALES DE OCTUBRE Era una fatídica noche de tormenta de finales de octubre. Anya regresaba junto a su compañera Lara a aquel viejo piso lleno de antiguos muebles de roble y castaño, con el barniz pasado, el sofá Oxford Chesterfield con el brillo ido y las estatuillas de cerámica y cristal sobre los estantes. Reliquias maltrechas, sumergidas en el ambiente ocre de lámparas poco luminosas con más de cuarenta años. Ambas entraron aprisa, se hallaban caladas. —Necesito un baño caliente. ¿Podrías ir a prepararme la bañera, por favor? —rogó Lara tiritando. Anya asintió y mientras su amiga iba a por ropa seca, ella entró al aseo para poner el tapón y abrir el grifo, controlando que estuviera más o menos en su punto la temperatura. Ya sabía por experiencia que Lara se resfriaba enseguida y luego se pasaba con una tediosa congestión por lo menos dos semanas. Mientras la pila se iba llenando, se acercó a la ventana para observar la pujante lluvia caer